Historia de Mercedes

Mercedes-Benz es uno de los fabricantes de vehículos más antiguos que existen. La compañía alemana mantuvo siempre gran interés en el Motorsport y la Fórmula 1, incluso antes de la existencia de un campeonato del mundo.

El interés de Mercedes en la competición decayó tras la catástrofe ocurrida en las 24 horas de Le Mans de 1955, cuando uno de los Mercedes 300 SLR se envuelto en un accidente junto a otros participantes cobrándose la vida de 83 espectadores.

Poco a poco Mercedes fue recuperando el interés, primero con colaboraciones con Sauber para el mundo de la resistencia, y finalmente con la creación del Mercedes CLR. Mercedes trató de conquistar las 24 horas de Le Mans, pero pasaría a la historia no por lograr la victoria sino por el despegue de sus vehículos a máxima velocidad. Tras este suceso, en 1999, Mercedes volvería a desparecer de la competición, al menos como fabricante en solitario.

Y es que en Fórmula 1, Mercedes había realizado múltiples colaboraciones como motorista. Se unió a McLaren en 1995 y logró el título junto a Hakkinen en el 98 y en el 99. Tras el varapalo de Le Mans, la cúpula directiva de Mercedes tenía posturas enfrentadas sobre qué camino seguir, adoptando quizás un perfil bajo que se limitaba a presumir de ser grandes motoristas.

Según avanzaban los años, Mercedes quería aumentar su participación dentro de McLaren, haciendo cada vez más, algo a lo que Ron Dennis no estaba dispuesto. Tras años de tira y afloja, Mercedes finalmente da el paso y entra en la categoría como equipo, tras adquirir en 2010 el equipo Brawn GP, reciente campeón, y que a su vez venía de la estructura Honda, adquirida en 2009 por el módico precio de 1€.

El equipo Mercedes regresaba así a la Fórmula 1 de la que se había ausentado tras participar en 1954 y 1955, iniciando una nueva etapa que llegaría a una nueva dimensión con la llegada de los motores híbridos.